Imagine lo que podría hacer una compañía basada en la ciencia y que no estuviera orientada meramente a los beneficios...
Imagine lo que podría hacer una compañía basada en la ciencia y que no estuviera orientada solamente a obtener beneficios...sino a la mejora de las aplicaciones de sus productos, al bienestar de sus empleados y a los beneficios del planeta a nivel global. Luego imagine si la gestión de esa compañía estuviera libre de las influencias del mercado de la bolsa para tomar decisiones que supongan mejoras a largo plazo más que a ganancias a corto plazo.
Palsgaard es propiedad de the Schou Foundation, creada en 1957 por Herbert and Gudrun Schou – el hijo y la nuera del fundador de Palsgaard, Einar Viggo Schou. Los objetivos de la fundación incluyen salvaguardar y mantener los activos naturales y los valores culturales de Palsgaard.
The Schou Foundation tiene mucha presencia en la comunidad local, pero el éxito de sus esfuerzos se suele atribuir a un conjunto único de valores, combinado con una colaboración estrecha con la industria de fabricación de ingredientes y alimentos en todo el mundo.
The Schou Foundation, y las compañías de su propiedad, continúan con la tradición de una actitud responsable con las comunidades locales y con el medio ambiente. Esta tradición la empezó Einar Viggo Schou, mucho antes de que se acuñara el término “Responsabilidad Social Corporativa” (en inglés, "Corporate Social Responsibility", CSR).
En 1908, cuando ya era un inventor y hombre de negocios con éxito en la industria de la margarina en Inglaterra, Einar Viggo Schou decidió volver a Dinamarca. Adquirió la finca de Palsgaard, una mansión de campo en crecimiento en los verdes campos de Jutlandia. Entonces, Einar Viggo Schou volvió a plantearse una pregunta que le había obsesionado durante años: ¿Cómo se podría mezclar mejor el agua con el aceite? Su respuesta se convirtió en el primer emulsionante del mundo: el Palsgaard Emulsion Oil – que desde entonces ha sido la base de todos los emulsionantes industriales conocidos.
Tras la muerte de su padre, su hijo Herbert heredó la finca y la compañía Palsgaard, que crecía rápidamente. Al igual que Einar, Herbert poseía una clara conciencia social y, en 1957, traspasó todos los activos como bosques, terrenos de la granja, edificios y la propia empresa Palsgaard a the Schou Foundation. Este movimiento inusual liberó a Palsgaard de la amenaza de compra, hizo desaparecer la toma de decisiones a corto plazo y aseguró el futuro de la compañía como un oasis de desarrollo independiente para la industria alimentaria.
Hoy, las actividades de the Schou Foundation son muy variadas y obtienen muy buenos resultados. Por ejemplo, opera en las más de 5.000 hectáreas de terrenos de cultivo y forestales en Dinamarca, Estonia y Lituania. De hecho, sus granjas producen algunas de las mejores semillas de hierba, que se han utilizado en las finales de la Copa del Mundo de Fútbol, y sus bosques con certificado PEFC producen mucha madera y esquejes. La finca de Palsgaard está abierta al público, con un parque de gran extensión que cuenta con esculturas de todo el mundo. Además, cada año en verano, una representación al aire libre reúne a miles de visitantes.
En todas las áreas de negocio de la Fundación, se pueden apreciar los valores que instauraron Einar Viggo Schou y sus descendientes, profundamente involucrados en mejorar las circunstancias sociales y los niveles de educación de la comunidad. Estos valores se muestran con relaciones responsables y fiables con gente de diferentes contextos – nuestros empleados, las comunidades con las que trabajamos, y no menos importante, con los clientes a quienes servimos.